Lechuga Iceberg
La lechuga pertenece a la familia de las Compuestas y es sin duda el principal ingrediente de las ensaladas.
Hoy en día, su origen sigue siendo un tema de debate. Sin embargo, es sabido que los sumerios, egipcios, persas, griegos y romanos ya cultivaban la lechuga, incluso existen testimonios escritos de que los romanos conocían diferentes variedades.
Por otra parte, los egipcios representaban a Min, dios de la fecundidad y protector de las cosechas, con una lechuga y su procesión anual era una de las más celebradas.
La lechuga está constituida fundamentalmente por agua siendo su contenido porcentual (alrededor del 95 %) uno de los más altos de entre todas las verduras. Entre sus vitaminas destacan el ácido fólico, la vitamina C y la provitamina A (beta-carotenos) mientras que la niacina, tiamina (vitamina B1) y riboflavina (vitamina B2) se encuentran en un porcentaje menor.
Es preferible su consumo en forma cruda, ya que, de este modo, se evitan las pérdidas de nutrientes durante el cocinado.
Es importante destacar que las hojas de color verde intenso de la lechuga son las más ricas en vitaminas y minerales. Además, la lechuga posee un excedente alcalino considerable, que compensa la acidez que generalmente tienen los alimentos, sobre todo los de procedencia animal. Igualmente, contiene pequeñas cantidades de fósforo, potasio, calcio y hierro.
La lechuga tiene fama de calmar los nervios y deparar un sueño apacible debido probablemente a la presencia de ciertas sustancias que son similares químicamente al opio, pero carentes de toxicidad.